Guaraní hizo un segundo tiempo acorde a las expectativas, mostró grandeza para recuperarse en dos oportunidades y ganó 3-2 un señor partido ante Rubio Ñu.
A éste tipo de encuentro/ resultado suele denominarse “a lo campeón”. Es a lo que aspira el aurinegro, a quedarse con el título, y en caso de cumplir el objetivo se acordará bastante de éste lance.
Un cotejo que no tuvo la emoción del gol en la primera etapa, durante la cual Rubio Ñu arriesgó más de lo que se esperaba y Guaraní fabricó chances pero las desperdició. Generalmente eso le pasa al cuadro de Jubero. Es protagonista, hace el gasto, malogra opciones, pero cuando se despierta, ¡pobre del equipo que está del otro lado!
La complementaria fue totalmente diferente para el dueño de casa. Juan Núñez, a los 5 minutos, puso arriba a Rubio Ñu. Un golpe fuerte del que se repuso pronto el dueño de casa, con la anotación de Julián Benítez a los 9’.
Partidazo. Intenso. Con acciones de fuste frente a las porterías. Y si algo faltaba… llegó el gol, pero de Rubio Ñu. Nery Cardozo dijo presente a la media hora de juego. Y a partir de allí todo fue de Guarní. No fue paciente, pero sí constante. Y su premio llegó a falta de 10 minutos.
Fernando Fernández y su oportunismo goleador se vistieron de grandes para decretar la paridad en Dos Bocas: 2-2 y retribución para el que intentó más.
Como la igualdad no era una sensación de satisfacción, jamás declinó Guaraní. Y a los 40’, Roberto Gamarra hizo el tercero, el que permitió que todos los aurinegros estallaran de júbilo.
Gran victoria. Sacrificada. Valiosa por demás. Hace que el Apertura siga teniendo a Guaraní en la cúspide y en soledad. Son 24 puntos, ante 22 de Cerro Porteño. Rubio Ñu, con 11.
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